¿Qué te falta hoy? ¿Gusto, sentido o espacio?

Lo que Robert Sternberg nos enseña para volver a crear con gusto.

¿Te ha pasado que tienes un lienzo en blanco, una libreta nueva o simplemente el deseo de hacer “algo creativo”… pero no logras comenzar? Y entonces piensas: “Estoy bloqueado”, “me falta disciplina”, “ya no tengo inspiración”. Pero… ¿y si el problema no es tu talento ni tus ganas, sino cómo te estás motivando?

Hoy te quiero compartir una idea que puede ayudarte a desbloquearte: la motivación creativa no es magia, ni suerte, ni iluminación divina. Es algo que puedes entender, cultivar y mejorar.

Y para eso, vamos a escuchar a Robert Sternberg, un psicólogo que ha estudiado la creatividad durante décadas.

💡 ¿Qué dice Sternberg sobre la motivación creativa?

Sternberg nos dice que las personas creativas no se mueven solo por recompensas externas, sino por un tipo especial de motivación que viene desde adentro.Él identifica tres grandes factores que influyen en esa motivación:

1. Motivación intrínseca: Lo haces porque disfrutas el proceso

Es cuando pintas, escribes, compones, diseñas o creas porque te gusta hacerlo, no porque alguien te lo pidió, ni porque te van a pagar, ni porque esperas que quede perfecto. Es jugar, experimentar, ensuciarte las manos, sin preocuparte del resultado final.

¿Te acuerdas de cómo jugabas de niño, solo por el gusto de jugar? Esa es la motivación intrínseca en su forma más pura.

¿Cómo activarla hoy?

• Elige un proyecto solo porque te emociona, aunque no tenga utilidad.

• Crea sin meta, sin público, sin presión.

• Permítete equivocarte. A veces la motivación vuelve cuando bajamos las expectativas.

2. Motivación por propósito personal: Lo haces porque tiene sentido para ti

Aquí ya no se trata solo del disfrute, sino de conexión con algo más profundo. Es crear porque eso que haces te representa, transmite algo importante o ayuda a otros.

Cuando dices: “Esto no es solo arte, es mi forma de decir algo que importa”, estás en este nivel.

¿Cómo reconectarte con tu propósito?

• Pregúntate: ¿Para qué quiero crear hoy?

• Recuerda a quién podrías inspirar, emocionar o acompañar con lo que haces.

• Escribe una frase que te recuerde tu “para qué” y ponla cerca de tu espacio creativo.

3. El entorno como fuente de motivación: Lo haces porque el espacio te lo permite

¿Alguna vez has querido crear pero el ruido, el desorden o la energía del lugar te lo impiden? Sternberg también habla de la importancia del ambiente: un espacio que te nutra, que no te interrumpa, que te inspire. A veces, el problema no eres tú. Es tu silla incómoda, el celular sonando cada 5 minutos o el bombillo que da mala luz.

¿Qué puedes hacer con tu entorno?

• Ajusta tu espacio: ordena, cambia la luz, pon música que te inspire.

• Define bloques de tiempo donde nadie te interrumpa.

• Ten a mano tus herramientas favoritas: pinceles, libretas, café, velas, lo que te conecte.

Entonces… ¿Qué te falta hoy? ¿Gusto, sentido o espacio?

La próxima vez que digas “no tengo ganas de crear”, detente un momento. No te juzgues. No te llames perezoso ni bloqueado. Pregúntate en cambio:

• ¿Estoy disfrutando lo que hago?

• ¿Siento que tiene un propósito?

• ¿Estoy en un entorno que me acompaña?

La motivación creativa no siempre está encendida. Pero no se ha ido. Solo necesita que la busques en el lugar correcto.

Pequeño ejercicio para hoy:

Elige uno de estos tres factores y haz algo para mejorarlo HOY:

• Si te falta disfrute → haz algo solo por jugar

• Si te falta propósito → escribe por qué / para qué quieres crear

• Si te falta entorno → mejora un rincón para ti

Y si te animas, compártelo. Quizá al contar tu proceso… estés motivando a alguien más.

La creatividad no es una chispa mágica. Es una llama que se cuida. Sternberg nos recuerda que sí podemos crear aunque no estemos “inspirados”, si entendemos qué tipo de motivación necesitamos alimentar.

No estás bloqueado. Solo necesitas volver a ti.

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